domingo, 28 de septiembre de 2014

Frivolité

Frivolité es el título de la exposición de indumentaria del siglo XVIII que ha tenido lugar en el Museo de San Telmo de Donosti desde el 14 de Junio hasta hoy, 28 de Septiembre.

Cuando me enteré de que estaba me venía bastante mal ir, y entre tal y cual, esto y lo otro, el otro día me acordé de la exposición y a Dior gracias, todavía quedaba una semanita para verla. No hace falta que os comente que también me venía fatal ir, pero hice un apaño entre horarios del curro y tal para no perder mucho tiempo en ir, venir y tal y pude verla el pasado martes. Hice un breve comentario el otro día en mi Facebook y en el de Atemporalia. Me hubiera gustado dar antes el parte de la exposición por si alguien no se había enterado y quería acercarse, pero ya veis que a mí también casi se me escapa.


Pensaba que sería una exposición pequeñita, pero resultó no ser tanto. El museo exponía una buena cantidad y variedad de prendas de diferentes épocas, principalmente de la segunda mitad del siglo. En contra de lo que una se suele encontrar en un museo, además, estaba muy bien presentada (no lo digo por decir, sin ir más lejos la exposición de Axel Hütte de la sala contigua se veía fatal por culpa de una mala iluminación y unas malas vitrinas); las explicaciones eran buenas y apropiadas tanto para frikis de la Historia de la Moda como para cualquiera que se acercara por curiosidad. Las prendas, además, no estaban dentro de vitrinas así que, aunque no se podían tocar, se podía ver perfectamente sin la incomodidad de reflejos de luz en los cristales. La única pega fue que detrás de buena parte de las prendas había paneles que impedían poder dar la vuelta completa a la prenda. Me quedé con la penita de no haber visto la espalda de algunas prendas o el delantero de otras. También me da pena que no hubieran expuesto una al menos abierta para que pudiéramos ver los acabados o la colocación de los forros y demás, pero vaya, supongo que ahí ya sí es una cuestión más friki.

La zona de las chupas me tuvo loca un buen rato. No se ven muy bien los bordados, pero eran para flipar. La primera, en concreto, tenía un bordado en forma de árboles que me pareció impresionante. A esto me refiero a que, cuando hacemos recreación histórica, sólo podemos esperar acercarnos a lo que eran las prendas. Por mucho que seamos fieles a la hora de cortar o de respetar la forma de confeccionar una prenda para recreación (aparte de que, aunque algunos somos partidarios de hacer varios acabados a mano, la mayor parte de la confección de la prenda la hacemos con máquina), siempre habrá cosas que se nos escapen. Os podéis imaginar lo que nos podría suponer bordar una prenda de arriba a abajo. Por no hablar de que no conozco a mucha gente capaz de hacer unos bordados de ese nivel...


Por lo demás, saqué unas cuantas fotos con el móvil (ni se me ocurrió llevar cámara, soy así de parda) y la cámara no es muy buena, aparte de que obviamente no saqué flash y la luz era muy tenue. Así que os dejo alguna foto repescada de internés. Y ya sabéis, si alguien anda hoy con tiempo y se le ponen los dientes largos, aún está a tiempo si me está leyendo hoy:


Tres fases de desarrollo de una prenda, la casaca, que vino de la indumentaria militar a la Corte. Como podéis ver en la casaca más actual, ya de finales del XVIII, viene a ser el precedente los actuales fracs y chaqués.


 Varios modelos de señora.



 Preciosa también la seleccion de jubones de señora. Diferentes modelos y, como podéis ver, también con unos tejidos y unos bordados que daban ganas de llorar por las esquinas. No somos nah.



Calzones. Me tienen loca los modos de cierre de unos y otros modelos de protopantalón. Añado que esto no debe de hacer un culillo muy atractivo, señores, creo que en el XVII y en el XVII tenían más clase a este respecto.


Precioso conjunto de casaca y chupa. La tela de la casaca, en tercipelo de seda, y sus bordados, eran para pasar un buen rato mirando con detalle.

 Finalmente, las primeras piezas que se ven al entrar en la colección, el conjunto de caballero prácticamente es la imagen de ésta. Se trata de dos modelos de vestimenta a la inglesa, más sencilla y cómoda que su coetánea francesa. Ambos modelos, espectaculares.

La exposición contaba además con un pequeño audiovisual en el que se veía el tratamiento y la restauración de las prendas, bastante interesante. La web del museo ofrece este vídeo que está subido en Vimeo, así que os dejo el enlace aquí por si alguien se queda con las ganas.


martes, 23 de septiembre de 2014

Akatsukis


Hace mucho que tengo ganas de dedicar tiempo a hacer cosplays, pero como normalmente sólo tengo tiempo de trabajar bajo pedido (de clientes o nuestro propio), no ando con mucho tiempo para hacer cosas "por hacer", a ver si consigo de una vez ponerme al día con todo y tener algunas ropitas adelantadas por gusto o para hacer un mini catálogo.

Para mientras, hace unas semanas Rosita nos invitó a su cumpleaños (junto con otras buenas mozas) y se propuso la temática de ir "de malos de dibujos animados". Me hubiera encantado hacer unos trajes molones de Maléfica, el Capitán Garfio o qué sé yo, cualquier cosa así complicada, pero os podéis imaginar que para eso hay que invertir un tiempo y no paro de andar pillada, así que no se me ocurría nada que fuera sencillo y apañable. Así como una semana antes, leyendo Naruto, recordé que hacía la tira que habíamos comentado que estaría bien hacernos unos trajes de Akatsukis para algunos Carnavales. Como era algo sencillito y apañable, le propuse a Rober hacer un par y me puse al lío.

He ahí el objetivo. Aunque Bardo me recrimina por no ir de Deidara, al final me decanté por ir de Konan. Sí, coñe, la chica. Ir de chico se me da mal, todos tenemos nuestros desperfectos, incluso yo :p. Intenté comprar una peluca azul, pero no fui bien de tiempo y las que tienen en las tiendas de disfraces difieren más del pelo de Konan que mi propio pelo negro, así que desistí y decidí dejarlo tal cual. Total, en el manga parece que tiene el pelo negro, hasta que no ves las fotos en color no te enteras de esas cosas, jajaja. Rober fue de Itachi y punto. Eso me dio cancha para alisarle el pelo.

En un primer momento y, como era para una noche de cumple, me planteé hacerlos en plan rapidín, sin forro ni nada, pero eeeees que el forro rojo podía quedar muy mono y total, tampoco era mucho más rato y... vamos, que pensaba hacerlos en plan cutretes y al final, me piqué. Grandes clásicos de ayer, hoy y siempre.

El primer problema con el que me encontré fue comprar una tela adecuada. Tenía que ser algo rígido para que cogiera cuerpo, y casualmente la loneta negra se había terminado en el sitio donde voy para comprar cosas del palo, brrr... Me dijeron que podían pedir, tal y cual, pero tenía exactamente una semana de tiempo, así que era como implanteable. Al final me propusieron hacerlos con una tela que tienen para toldos. Me dio un poco de rollo porque era muy áspera y quizá demasiado rígida, pero al final resultó perfecta, seguramente bastante mejor que la loneta, a la que tengo bastante paquete. Siempre se aprenden cosas nuevas, jajaja. Para el forro usé tela de sábana roja. Tiene una textura agradable en contraste con la aspereza de la tela negra y el color es bonito, así que le fue muy bien.
 
 Haciendo modelaje estúpido y foto tuenti para enviársela a Bardet y que se echara unas risas a mi costa. Sí, eso soy yo, todos tenemos derecho a tener una pinta terrible en casa y un manchón de rímmel en el espejo que no limpiamos. Pasando a otros temas menos vergonzantes, el cuello me trajo algún problemilla. Me empeñé en no hacerlo unido en una pieza al delantero y a la espalda, sino por separado, como si fuera un cuello mao. Parece una tontería, pero me empeñé en que la abertura fuera similar a "algunos" dibujos (sí, amigos, es lo que tiene... los dibujos no siempre mantienen coherencia, jajaja) y a lo tonto tuve mi ratillo pillando el punto exacto para que el cuello tuviera la abertura adecuada y que no se doblara. Al final al menos me gustó bastante el resultado y lo bueno de hacer las dos túnicas a la vez y que tenían que quedar anchotas es que las hice idénticas, lo que siempre ahorra trabajo por un tubo.

El siguiente problema fue cómo hacer las nubes. Pensé cortar y remallar con cola de ratón, o cortar y coser con puntada de zig-zag en la máquina doméstica, pero ambas opciones me parecían perder tiempo y no lograr un buen resultado porque la puntada no quedaría bonita. También pensé usar una tela que no se deshilachara y coser con puntada normal, o incluso invisible haciéndolo a mano (esto habría quedado mejor, pero también lo descarté por falta de tiempo). Pensé usar cualquier tela y pegarla a una entretela para que no se deshilachara y entonces se me ocurrió utilizar fliselina de doble cara, de la que se usa para hacer bajos. Alguna vez la he comprado en rollo y para según qué es una solución práctica. Lo que no sabía es que la venden también por metros. Después de flipar con la existencia de semejante invento, compré buena cantidad y problema solucionado. Eso sí, me dio un par de problemas: pensaba que reforzaría la tela y que no se deshilacharía, como pasa con la entretela, pero no es así. Si pegas algo con fliselina se sigue deshilachando igual, así que las nubes rojas no me trajeron problema porque son de la tela de sábana del forro, pero el fondo blanco lo hice con otra tela que sí fue haciendo hilillos. Como se suele decir, de todo se aprende en esta vida. El otro problema fue que al doblar los trajes, si se dobla por donde está la fliselina, se hacen bolsas y se despega un poquito, así que es algo delicado. Teniendo esto en cuenta, es una solución bien apañada.

Operación nube. El tema de la fliselina me ahorró trabajo y logró un resultado más limpio que con el zig-zag o la remalladora, pero no evitó que me tirara dos horas recortando nubecicas y sujetándolas con alfileres para que luego no se movieran al planchar. Mientras tanto me tragué un par de capítulos de Expediente X. Uno de ellos muy bueno, por cierto, jajaja.

A falta de una buena peluca, sí me hice la flor de papel que lleva en el pelo y quedó bastante apañada ¿os gusta? 

En curso. Yo en pijama y recién salida de la ducha, con una túnica en camino y otra prácticamente terminada (a falta de coser los cierres, tal y cual). El espejo seguía sucio, ejem. Saqué esta foto para ver qué tal quedaban las nubes. Llegué a la conclusión de que me hubiera gustado hacer las laterales más grandes que las otras dos, pero tampoco andábamos con tiempo para tonterías y así se quedaron. Tampoco me disgusta el resultado, vaya.

 En resumidas cuentas, creo que al final quedaron bastante graciosos y con un resultado bastante majete para haber tenido tan poquito tiempo desde que decidí ir de Akatsukis hasta el día de la fiesta y sin trasnochar de más. Finalmente, ahí tenéis la foto del resultado final, una vez pasadas las planchas por ambas cabezas y preparados para salir de casa. Por cierto, nada más pisar la calle, cayó un tormentón y el alisado de las cabezas se fue al cuerno :( así que esta foto queda para dejar constancia de que en un determinado momento estábamos más propios. Tiene delito que nos empapemos en Zaragoza...

Por lo demás, espero que os gusten los trajes :)


lunes, 15 de septiembre de 2014

Una de Magos

Después de un agosto algo más (no mucho más) tranquilo, este mes ando bastante pillada (para variar) entre encargos para otras personas y trabajitos para nosotros mismos. Los primeros encargos del mes vinieron de mano de Ion y de David, que me hicieron un par de encargos para El Despertar de Cyric, vivo al que no fuimos pero en el que se puede decir que estuvimos "en espíritu".

Ion ya me encargó hace un tiempo una túnica y hacía bastante que me comentaba que quería algo más para completar su traje de mago. Aprovechando este vivo, me encargó una camisa sencilla en color gris oscuro para que se pudiera ver bajo la túnica. Lamentablemente para mí, esta vez no hice ni fotos, se me pasó completamente. Lo mismo me pasó con las camisas que les hice a Elro y a Javi para ir de Lanskenetes. Soy un desastre y todos lo sabemos.

David me encargó una túnica de mago "para ir de chungo", así, tal cual. El tono tenía que ser rojo-granate. El diseño y el resultado lo dejó completamente a mi elección. Esto, como todo, tiene su lado bueno y su lado menos bueno. La parte mala es que cuando un cliente deja claro lo que quiere desde un primer momento, se sabe que cuanto más se acerque a lo que ha pedido, mas satisfecho va a estar, así que es casi ir a tiro hecho. La buena, que muchas veces me vienen ideas a la cabeza según veo tejidos y claro, una cosa es la idea que se tiene con tejidos básicos (paños, antelinas...) y otra es encontrar algo bonito y pensar "esto molaría si le hiciera tal y cual". De hecho, así fue como pasó, aunque con un cierto desajuste temporal, ejem. Me refiero a que encontré un tejido que me encantó aunque tenía bastante dibujo a modo de brocado y en un primer momento habíamos pensado en elegir un tono liso. A Rober también le gustó mucho, así que me dio bastante tranquilidad a la hora de confeccionar el traje (aunque al final siempre estoy con la cosilla de qué pensará el propietario de la prenda cuando la vea). Una vez comprado el tejido, aunque en un primer momento hablamos de hacer la túnica con forro sólo en la capucha, la tela transparentaba algo y tenía poco cuerpo, así decidí forrarla.

La complicación vino al cortar el traje y cambiar de idea respecto al modelo. Normalmente una túnica no debería dar mucho problema. He hecho ya tantas que prácticamente hago pocos cálculos, las corto todas de manera bastante similar. A veces le doy más ancho de mangas, o más vuelo y lógicamente ajusto la amplitud a cada persona, pero al ser una prenda que queda bien holgada, voy casi a tiro hecho. Suelo poner siempre la misma medida de sisa y las corto de una manera bastante similar. Sin embargo, en ésta se me cruzó el cable una vez cortada la tela, pensando que quedaría bien ajustarla en la parte superior, abriendo un vuelo amplio a partir de la cintura, para el cual corté piezas triangulares de la misma manera que hacemos con las sayas medievales. Hasta ahí, bien, el asunto fue que, al estrechar la parte superior y ajustarla para que se adaptara al cuerpo, tuve varios problemas con las sisas derivados de no haberlas cortado desde el principio atendiendo a cómo quería que quedaran. Esto hizo que tuviera que usar a Rober de conejillo de Indias de mala manera y que me tocara hacer un poco de modelaje por empecinarme en hacer cosas raritas en lugar de trazar las sisas y las mangas según el cuerpo base de caballero, pero así soy yo, oigan, y de todo se aprende en esta vida, jajajaja. Al final fue una gozada ver que la túnica que le quedaba a David como un guante. A esto se suma que al forrar la prenda, ganó bastante, porque cogió bastante cuerpo y le dio un movimiento muy bonito.

Una vez más y como estáis hartos de leer, no me gustan nada las fotos. Además, las saqué antes de coser los broches y los cantos de la túnica, pero menos es nada. Espero que os gusten :)

 























Teñí el forro de un color morado oscuro para que hiciera contraste con el granate de la tela. De forma experimental, probé a prolongarlo en el bajo de la manga para que hiciera un borde de forro de unos diez centímetros. Aunque no estaba segura de qué tal quedaría y pensaba quitarlo si no me convencía, el resultado me gustó bastante, así que lo dejé.



























En la foto de la izquierda podéis ver el detalle de las piezas triangulares para hacer un vuelo más marcado. En cualquier caso, después de una buena plancha, las costuras quedaban un poco más discretas. La foto de la derecha me gusta más, porque podéis ver el movimiento y el cuerpo que le dio el forro a la túnica, así como la forma ajustada que hacía sobre todo en la cintura y la amplitud del bajo. Eso sí, a la parte de arriba de la capucha le hacía falta ahí una plancha porque se ve arrugadilla. Sacar fotos es el mal y se come a los niños. Aparecen arrugas que luego no se ven en las prendas, jajaja.

martes, 2 de septiembre de 2014

Uniformes y Kimonos para Firefly

Hace unos meses fuimos al vivo de Firefly realizado por Horizonte Vishnu y, como no podía ser menos, nos equipamos para la ocasión.

Como digo, hace ya unos mesecillos, pero por a o por b es una de las entradas que llevaba tiempo pretendiendo subir, ya sabemos que este blog muy constante tampoco es que sea, ejem.

Rober y Ion fueron de oficiales de la Alianza. Desde la organización se les sugirió que no se preocuparan por conseguir unas casacas como en la serie y que llevaran ropa de camuflaje tipo ACU, por eso de facilitarles la caracterización. Sin embargo, yo comenté que para mí era mucho más sencillo realizar las casacas que currarme un traje militar con tela de camuflaje, principalmente porque no es sencillo encontrar tejido aceptable. Como iba a hacer la casaca para Rober, Ion me encargó una similar.


 La idea era hacer dos casacas como las que lleva este señor en la serie

A falta de fotos buenas de la serie en las que se vieran bien los uniformes, me vino bien este esquemilla que saqué de la wikipedia. 


Los pantalones de camuflaje los pusieron ellos, las casacas salieron del pequeño taller de una Azelaïscilla y, como suele pasar, la percha la traían puesta, ahí yo no tuve nada que ver. 

Por mi parte, mi personaje era una directiva de Blue Sun. También se me ofreció la posibilidad de ir con una bata blanca, pero preferí hacerme algo diferente y aprovechando la estética oriental-steam punk que llevan los personajes de alto rango, decidí tirar por ahí. Me hice un kimono estilo steam punk. La parte de arriba es tipo chino, aunque la forma del vestido y las mangas es completamente de fantasía y diseño de una servidora. Para realizarlo, utilicé un brocado de poliéster que venden a muy buen precio en Mayestik, en Pasaia, que da muy buen resultado y está muy bien de precio. Me dio un poco de rollo comprar tela de color azul porque en general es un color que por alguna misteriosa razón me sienta como cien patadas y me deja una pinta de enferma bastante lamentable, pero éste en concreto no me iba tan fatal, ejem. Y bueno, siendo de Blue Sun estaba bien ir de azul. En la partida me dejaron unos guantes de látex azules con los que daba un mal rollo que ni os cuento, jajaja.



Una vez terminado, decidí reaprovechar un corselete que tenía por casa de hace algunos años y que me hizo Arien, aunque posteriormente lo modifiqué. La verdad es que le iba muy bien al kimono.

Una vez más no tengo fotos decentes, ni de mi kimono ni de los de éstos, sobre todo por lo justita de tiempo que estuve para acabar los trajes. La de arriba la saqué yo y es una pena porque la saqué el segundo día, que las casacas habían sufrido guerra, jajaja. El primer día y recién planchaditas tenían otra pinta, como todo en esta vida. Las mías en cambio son cortesía de Lisa y Susana Mer, que se encargaron de realizar las fotos del vivo y se pegaron un señor trabajo. Muchas gracias a las dos

El caso es que, como se suele decir en estos casos, en casa del herrero... El vivo fue justo después de exámenes y andaba fatal de tiempo con las prácticas para hacer los trajes, así que me centré en que las casacas de éstos estuvieran bien acabadas... pero mi kimono lo hice en un rato, jajajaa. Vamos, que en apariencia quedó bien, sobre todo porque usé como patrón base un base de mi cuerpo que tenía más que testeado en clase, pero los acabados dan bastante que desear, así que me tienta desmontarlo y volverlo a confeccionar bien, con un acabado decente, porque me gustaría poder utilizarlo más veces.

Espero que os guste y nos seguimos leyendo...

martes, 5 de agosto de 2014

Pon un Landskenete en tu vida... o dos

Hace ya un tiempecillo que me encargó Ancizu unos trajes de Landskenete. Uno para él y otro para Elro, que sería un regalo entre muchas de las personas que estuvieron en el Tercio del Drachen, como agradecimiento por el esfuerzo que le supuso organizar la aventura de los Tercios en Alemania durante tres años.

El caso es que, con el año tan puñetero que he tenido entre curro, prácticas y tal y como querían los trajes para el Drachen, los he ido dejando para el último momento y hasta Junio y sobre todo, Julio, no me he podido poner muy en serio. Como pasa con todo, luego me he tenido que pegar una currada fina, pero el trabajo ha merecido la pena, en general me quedé muy satisfecha y ellos también o al menos eso me han dicho, jajajaja. Por otra parte, retrasar el encargo me ha venido bastante bien. Eran trajes bastante complicados y la verdad es que no habrían quedado de la misma manera si no hubiera pasado mi tiempo en la sastrería. Los ojales y sobre todo, los acabados de ambos trajes habrían quedado bastante peor si los hubiera hecho hace unos meses y bueno, la chaqueta de Elro, al final es casi todo sastrería. La de Ancizu lo es sobre todo en los acabados.


Elro me facilitó la imagen de la izquierda para tomar como modelo. Como veis, está claramente basada en uno de los dibujos del grabado que veis a la derecha (concretamente el segundo de arriba, empezando por la izquierda), aunque el del grabado lleva más acuchillados y un esquema diferente de colores. Procuré ajustarme sobre todo al acuchillado de la miniatura y tuve que hacer alguna variación con respecto a los colores.

Javi me dio cancha para hacer lo que me pareciera. Eso siempre es una gozada porque te da la opción de experimentar y de adecuarte también a lo que tienes. Elro, en cambio, sí me dio una sugerencia para que me basara en ella. A simple vista me pareció que sería bastante similar cambiando algunas cosas. En la práctica me encontré con que, sobre todo la chaqueta, necesitaba un tipo de trabajo muy diferente y eso, algún arreglo que no habría podido hacer si no fuera por lo que he aprendido con Antonio. Aunque también es cierto que al final tiras con lo que sabes, así que supongo que lo habría terminado, pero el resultado habría sido diferente.

Doublet de Ancizu en fase beta. Ante la imposibilidad de encontrar un paño decente, compré un fieltro bastante majo hace unos meses. Sin embargo, Antonio tenía en la sastrería algunas telas del paño que usa para la tamborrada que me dejó a buen precio. La calidad de las telas es impresionante. Es muy difícil encontrar paño de tan buena calidad en tienda y no hablamos ya si queremos variedad de colorido. Me parece a mí que a partir de ahora voy a hacer muchas cosas de paño. La parte interior es de lino. Las chaquetas van completamente forradas en lino para poder hacer el acuchillado. Los pantalones sólo lo llevan en la parte superior, también por mejorar la comodidad.


 Las mangas de los trajes de los Landskenetes son casi lo más llamativo que tienen -junto a las coquillas, que son otro mundo, jaja-. Para hacerlas, hay que hacer tres mangas con forma de trapecio. Las interiores se ajustan en la parte superior a la medida del contorno de sisa, con un par de centímetros más para darle amplitud, si sois muy quisquillosos como es mi caso. El largo de manga y el puño tiene que ajustarse a la persona que lo va a llevar. Sobre esta, se cose una segunda manga bastante mayor -un 60% aproximadamente según ponía en los documentos y fue esa medida a la que me ajusté-, tanto de largo como de ancho. Ésta se une en diferentes puntos a la primera manga para hacer varios abullonados, tantos como queramos. La tercera manga es la de paño. Su forma dependerá del resultado que queramos conseguir. La de Ancizu tiene el largo de la manga grande pero el ancho de la primera manga. Así, en las zonas donde va unida, se estrecha y donde va el acuchillado, gana más volumen. Las mangas de Elro ya tienen más enjundia y no sé si me he explicado bien con las de Ancizu, así que no os voy a volver más locos, jajajaja. Si queréis, otro año lo explico con más calma y dibujitos.


Por otra parte, tengo que agradecer a Shin que me pasara hace un tiempo unos archivos con esquemitas y fotografías de cómo hacen su ropa los Landskenetes del Drachen. Todo en perfecto alemán, eso sí, pero con unas fotografías y dibujos bastante claros. Me vinieron bien sobre todo para hacer el traje de Ancizu. Para el de Elro, tuve que tirar bastante más de inventiva, pero ver cómo trabajan ellos te ayuda a saber por dónde tirar con la inventiva. Por lo demás, mirar unos cuantos archivos de Pinterest y algunos blogs bastante majos que estuve indagando (y cuyos enlaces están en mi comatoso ordenador, así que tendremos que dejarlo para otra vez), me vinieron muy bien para ver diferentes formas de hacer las cosas intentando ceñirnos al máximo al rigor histórico.

Con todo, no os doy más guerra y os dejo unas fotillos. Tenía más del proceso previo, pero, como no me canso de decir, están en mi pobre portátil que Dior guarde en su gloria. A ver si hay suerte y podemos recuperar algo de ahí dentro. Por lo demás, ahí os dejo unas cuantas fotillos de los trajes acabados. Espero que os gusten:























Delantero y espalda de la chaqueta de Elro. Como veis, es un chaleco cruzado con solapa. Tal y como veíais en la miniatura, él quería que el acuchillado empezara solamente a partir del antebrazo. En general me ceñí bastante al original, si bien tuve que hacer algún cambio en el colorido para poder aprovechar las telas que tenía Antonio en la sastrería. Las cosas como son, eran bastante mejores que las que se pueden comprar en cualquier sitio. La blanca y la naranja sí son de otro distribuidor, de todas formas.



 Delantero y espalda de la chaqueta de Ancizu. Es un modelo muy utilizado por los Landskenetes y la verdad es que queda muy llamativa. Las mangas completamente acuchilladas y la chaqueta cruzada con escote cuadrado es un clásico en el campamento Landskenete. La diferenciación entre unas y otras se da en el acuchillado, la distribución de las zonas abullonadas en las mangas o el esquema de colores. En este caso, y como me dieron opción a hacer lo que quisiera, me decanté por un esquema de color acuartelado, que siempre queda vistoso. 
 


















Pantalones de Ancizu y de Elro. En los de Elro me ceñí a los cortes de la miniatura, el de Ancizu fue corte libre después de estudiar varias fotografías por ahí, jajajaja. Las coquillas son una de las cosas más graciosas que he cosido nunca. Me daba un poco de yuyu cómo colocarlas y cómo iban a quedar después, pero son más agradecidas de lo que parece. Eso sí, también os digo que primero me probé yo la primera que hice y bueno, es así como curioso mirarte en el espejo y verte con "eso" entre las piernas, jajajaja. La de Ancizu lleva un lacito y todo. Me pareció tan gracioso que estoy amenazando con hacer llaveros de coquillas. Si alguien quiere uno, que avise, tengo bastantes recortes de paño y lino guardados, jajaja.

Finalmente, como os podéis imaginar, este tipo de ropa tan rota queda mucho mejor puesta y más aún cuando los propietarios son gente con tan buena planta, así que ahí tenéis unas fotos estupendas que me pasaron Elro y Raisah:

Les pedí que se hicieran alguna foto juntos y otra por separado y, como son amor, así hicieron. Aquí tenéis a estos mozos recios en la puerta del campamento Landskenete. La cara que tuvieron que poner los Landskenetes originarios al verlos aparecer tuvo que ser la risa.



  Foto de perfil. La coquilla de Elro da miedo, jajaja.

Ancizu ahí todo estupendo y dándolo todo en la puerta del campamento Landskenete

Y aquí tenéis a Elro posando como la miniatura. Un crack. Gracias a los dos por rellenar tan bien los trajes, 
¡así da gusto!

martes, 29 de julio de 2014

Proyecto Final

Llevo ya un tiempo hablando del Proyecto Final del Grado, que me quitó todo el tiempo del mundo entre marzo y junio. Y que luego pasó lo que pasó, que se me acumuló el trabajo de semejante manera que no he hecho más que coser con mi vida. Ahora llego a casa y, mira que tengo cosas que me apetece hacer y mira que tengo algún encargo nada urgente en cola (y que a ver si este finde ya pillo por banda, que no me quiero ver pillada otra vez), pero me parece fascinante llegar, tirarme en el sofá, rascar las orejas de mis gatos, ver series malas y pensar que no está mal vivir sin coser de vez en cuando :p (nótese que hablo de cuando llego a casa, que al punto de la mañana estoy en la sastrería dándole a la aguja, jajaja).

En fin, no me enrollo como ayer. Quería aprovechar para subir algunas fotos del proyecto final que muchos habréis visto en mi facebook personal y en el de Atemporalia. El proyecto no es sólo mío, sino también de Elena Etxebeste, Jeniffer Paiva y Lucía Sáenz. Al César lo que es del César. También os digo que tengo centenares de fotos del proyecto pero mi ordenador, como os dije, está en la UVI, así que toca repetir de lo que está subido en Facebook.

El proyecto fue un trabajo de colaboración entre la escuela AEG, la marca de moda vasca Zergatik y la compañía de danza Dantzaz Konpainia. Fue una gozada poder trabajar con gente tan diferente porque creo que todos hemos salido muy beneficiados de esta experiencia. Zergatik nos cedió las telas, nos marcó un estilo y nos ayudó a decidir los modelos que mejor encajaban con sus diseños. Dantzaz nos cedió a los bailarines para los que teníamos que hacer ropa adecuada para diferentes actividades. A cada grupo le tocó trabajar con dos bailarines y por nuestra parte fue todo un lujo trabajar con Jorge y Valentina (no tenéis más que ver cómo se lo curraron en la sesión de fotos que hicimos). Tuvimos además el apoyo de la figurinista y de la responsable de producción, que también nos ayudaron a encarrilar los diseños para que fueran "ponibles" y útiles para ellos, teniendo en cuenta lo que suelen llevar y cómo se les adapta para realizar tal o cual movimiento. Desde AEG, como siempre, tuvimos todo el apoyo del profesorado además de las aulas y las máquinas. El currazo que se pegó Estitxu con nosotros fue de traca, creo que la pobre se ha llevado más de un dolor de cabeza pero al final creo que todos los grupos hicimos un trabajo bastante chulo.

Había que hacer ropa para dos circunstancias diferentes. Por una parte había que hacer un diseño de equipamiento para ensayo de cada uno de los bailarines. Por otra, ropa de calle que pudieran utilizar mientras están de gira, pero que les sirviera también para bailar. Opcionalmente se nos ofreció la posibilidad de hacer unos modelos para cuando terminan cada espectáculo, para que se los pudieran poner mientras hablan con el público.

Cada modelo tenía unos requisitos diferentes a tener en cuenta. En el caso de la ropa de ensayo, lógicamente, lo más importante era la comodidad. Además, tuvimos en cuenta que al llegar a ensayar pueden venir con frío y pueden necesitar ropa de abrigo que se puedan quitar para quedarse con menos ropa y éstas fueron nuestras propuestas:

Para Valentina hicimos un pantalón en tejido elástico completamente drapeado y una torera muy reducida, prácticamente unas mangas, igualmente drapeadas. Hicimos también dos modelos diferentes de top, uno con nudo en la espalda y otro cruzado en el delantero:





Para Jorge hicimos un pantalón drapeado en el bajo y no tan ajustado como los de Valentina y una camiseta que, aunque el día que sacamos las fotos estaba enterita, presentamos completamente cortada (penita que de eso no hay fotos). El conjunto se complementa con una sudadera con capucha.




La ropa de calle tenía que ser la ropa más "ponible". Para Valentina hicimos un vestido muy drapeado en torno a un enorme agujero en el costado. El vestido se completa con una pashmina de quita y pon.




Para Jorge hicimos unos pantalones muy abombachados y una camiseta de manga ranglan. El conjunto se complementaba con un fajín para reforzar la idea oriental y un puff.



La ropa de final de espectáculo tenía que ser ropa muy cómoda que se pudiera poner rápidamente, bien por encima de la ropa que llevan durante el espectáculo o bien quitándosela y poniéndose una prenda ligera. 

Para Valentina planteamos una capa calentita y reversible. Por un lado es estampada y por el otro de un tono liso.


 Para Jorge hicimos un kimono con el mismo estampado de la capa de Valentina.



Y éste fue el Proyecto. Hicimos prototipos para parar un carro, pruebas mil, fotos quinientas y luego había que redactar todo, presentarlo y lo de más allá. Pero al final nos quedamos más que satisfechas con el resultado, que espero que os guste.

Por último, me queda agradecer al fotógrafo, Paco Sanz, por haber colaborado en este pedazo de sesión de fotos, a Peluquería Bitxu's porque, aunque Valentina ya es de por sí muy guapa, nos la pusieron estupenda para las fotos. Y sobre todo hay que agradecer a Jorge Gálvez y Valentina Pedica por todo lo majos que son, lo poco que se quejaron cuando les pinchamos con alfileres y les hicimos ponerse cosas raras y lo que se enrollaron a la hora de hacer la sesión de fotos. Lo dicho, un lujazo.