sábado, 2 de noviembre de 2013

Coser con Janet Arnold

Como toda persona que intenta hacer ropa de época de la mejor manera posible, a la hora de confeccionar vestimentas para recreación, procuro documentarme de la mejor manera que puedo. Como se suele hacer en estos casos, una tiene sus documentos guardados, sus páginas de internet de cabecera (de las que algún año habrá que hablar también, como de tantas cosas) y libros mejores o peores. Aunque en estos tiempos que corren, que tenemos acceso a miles de cosas a través de internet y podemos comprar cualquier libro a través de páginas varias, tampoco contamos con tantas herramientas y éstas son más reducidas cuanto más retrocedemos en el tiempo a la hora de recrear. Me refiero a que tenemos toda clase de información, patrones, fotografías, artículos y demás sobre los años veinte, pero si tiramos al siglo XV, no hay tanto y si nos vamos yendo para atrás, pues cada vez menos. Hay fuentes estupendas y buenos estudios sobre cómo se vestía la gente en determinada época, pero cuando queremos recrear nos encontramos con dificultades varias, como qué tipo de costura se realizaba para tal cosa, cómo realizaban los patrones o de cuántas capas se compone un traje. Muchas veces no tenemos más información que un artículo en el que se habla de la vestimenta de tal o cual personaje, sin profundizar, especificando quizá materiales y tal, cuál fue el sastre y cuáles fueron los costes, pero no costuras o medidas y de patrones ya ni hablamos. A veces contamos con una pintura, pero normalmente el pintor tampoco se mataba por mostrar todos los entresijos del modelo. Tanteamos, por tanto, a ciegas, como quien dice. Y sobre todo, de segunda mano, de lo que otros nos describen y tirando de la maña que una tenga para sacar un patrón lo más cercano posible a lo que debía de ser el original, cuando no puede acceder a éste. Y cuando una va a un museo del traje, normalmente no le dejan toquitear todo de arriba a abajo, tsk.

Patterns of Fashion 3 es el primer (y técnicamente único, puesto que el resto no los tengo en carne y hueso, sino en espíritu) libro que cayó en mis manos de Janet Arnold "la Arnold". Es tan bonito que hasta mi gato le metió un mordisco (qué salado es, brrr).

Aún así, de vez en cuando tenemos la suerte de encontrar publicaciones realmente buenas, que cuentan pormenorizadamente todos los datos del mundo y en este sentido, creo que todos los devotos de la Historia de la Moda acabamos oyendo hablar tarde o temprano de Janet Arnold. Siempre había oído hablar de lo maravillosos que eran, así que hace ya bastante tiempo decidí coger uno para ir valorándolo y como por tema del Drachenfest me toca confeccionar bastante vestimenta de los siglos XVI-XVII, opté por el tercero, "The cut and construction of clothes for men and women, C.1560-1620" ¡En cuanto cayó en mis manos me quise casar con él! Jajaja. Janet Arnold fue historiadora de la indumentaria además de conservadora, de manera que tuvo libre acceso a una infinidad de vestimentas que a todas nosotras nos encantaría toquitear y, a diferencia de otra mucha gente que toquitea esas vestimentas... ella decidió dejar un impresionante legado. En sus libros hay toda suerte de fotografías y dibujos de los patrones a escala (con una cuadrícula para poder reproducirlos cualquier persona de a pie en su propia casa, donde sólo queda aplicar las medidas del interesado... et voilà!). Sin embargo, lo realmente fascinante son las explicaciones, donde pormenoriza toda clase de detalles: tipo de costura, rellenos, tejidos empleados y disposición de estos, forros...  Hay tantas cosas, con tanto detalle y tanta exactitud que, maldita sea, si no os habéis hecho ya con los libros, ponedle remedio ya. No sé, mañana, en un rato, ya mismo, en amazon, no sé, jajajaja. A día de hoy tengo todos sus libros en PDF, pero tengo toda la intención de legalizar nuestra relación para que pasen a decorar mi estantería y que los pueda toquitear como está mandado.


Mirad qué cosa más bonita y cuánto detalle. Todos los entresijos quedan a la vista.

Aunque los tengo desde hace una temporadita larga, hasta fecha muy reciente no he hecho mucho más que leérmelos y releérmelos, mirar las fotografías y estudiarme los patrones, jajajaja. He utilizado detalles, pero no he tenido la necesidad de utilizar un patrón directamente extraído de ahí, puesto que por época o por personaje, no me han pedido ni he hecho para mí nada para lo que pueda adaptar directamente. Sin embargo, hace poquito me hicieron un encargo que me puso en bandeja tomar uno de los patrones como base, aunque la idea era transformarlo y adecuarlo a los gustos de la persona que me hizo el encargo. Aún así fue un lujo tomar como referencia uno de los modelos del libro. Leer y mirar dibujos está bien, mirar cuadros y leer artículos también, pero creo que no se puede entender de verdad cómo es y qué busca (qué quiere ser de mayor y cómo se ve en el espejo!!! jajaja) un patrón del siglo XVI, por ejemplo, hasta que una se mete en harina y lo hace, lo adapta, lo mira en el maniquí, se lo pone a una persona y mágicamente esa persona de repente tiene "el cuerpo de un tío del XVI", por así decirlo. Me estoy poniéndo metafísica. O modo "señora que lee novelas rosa" on, no sé, se me va un poco la pinza, pero creo que muchas de vosotras que coséis sabéis a qué me refiero, jajajaja. Al resto, os recomiendo que os pongáis al tema y de verdad que, aunque hay libros estupendos por ahí, no conozco mejor referencia que éstos.

Pero si los dibujos son bonitos y con detalle... los patrones ya son la polka en verso. Ahí los tenéis, a escala, con cuadrícula y con toda suerte de indicaciones.

Próximamente subiré unas fotos del encargo que os comento, para mientras... buenas noches y que disfruten ustedes del fin de semana largo, que viene como caído del cielo.