sábado, 29 de diciembre de 2012

Traje de casera. Parte III


 Pues nada, mi traje de casera ya está terminado, estrenado el día de Santo Tomás y hasta lavado y  (mal) planchado. Así que ahí van unas fotos para que veáis el resultado final:


En primer lugar, aquí tenéis la camisa, con lorzas, puntillas, mangas fruncidas y cuello mao. Le puse unos botones de bola morados para que hicieran juego con el chaleco, creo que le van muy bien. A la derecha podéis ver cómo queda con el chaleco, ya terminado. Pensaba ponerle un bies en el bajo, pero al final no me gustó mucho la idea y opté por dejarlo sin nada y con las costuras del bajo abiertas, que queda bastante bonito.



Delantero y espalda del traje completo. Tengo que repetir la foto de espalda, que tiene la falda medio girada pero bueeeeno, creo que os hacéis a la idea de cómo queda.

Por cierto, mirad qué se escondía en los entresijos de la Gertru, menudo susto me ha dado el muy cabrito cuando estaba sacando una foto y ha decidido aparecer por sorpresa...  
 


Y, por último, aquí tenéis una foto muy buena que nos sacaron a Ana y a mí, vestidas de caseras, en la propia fiesta de Santo Tomás:



Y eso es todo, por el momento, espero que os guste.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Traje de casera, parte II

Bueno, pues poco a poco, aunque ahora estoy saturadísima de curro (y de ahí que me prodigue bien poquito por aquí), he conseguido ir terminando el traje de casera a base de quedarme sin dormir, jajaja. Pero ya va bastante mejor pinta. Al chaleco y a la camisa les quedan cuatro detalles pero, lo que sí está completamente terminada es la falda. La combinación de telas y las tablas hacen que quede tan bonita que se la puse a la Gertru cuando la terminé y desde entonces ahí está, con la falda puesta. Con la falda y los avances del chaleco y la camisa, claro.

Aquí tenéis las fotos de la falda terminada, por delante y por detrás. Como veis, en la parte de detrás, entre las tablas, hay tela del zócalo oculta que se mueve al ir andando. El efecto es muy chulo y me gusta mucho el resultado final.


En las dos últimas semanas, además, los alumnos de AEG estábamos todos con ganas de hacer ropa varia y, además de las clases y tareas de cada cual, hemos hecho casi un par de pseudo talleres, el de trajes de casero y el de pijamas. Ahí estaba el personal intercambiando ideas, llevando cositas, dando sugerencias... En mi caso me ha venido de maravilla porque tenía intención de hacer la falda con cinturilla normal  y corriente, de las de toda la vida y una compi de clase me informó de que no es así como se hacen, sino que se colocan dos bieses para hacer una cintura mucho más cómoda de poner, sin cremalleras, ni goma ni nada anacrónico similar y además ajustable a cualquier talla.


Esta pequeña joyita se la dio a mi compi de clase otra compi que hizo un curso de confección con nosotras el año pasado. La chica cose para grupos de dantza y está más que curtida en estas historias. Si vierais las blusas que hace, os caéis de espaldas, al menos yo lo hago, jajaja. Bueno, el caso es que ahí podéis ver perfectamente cómo un bies da toda la vuelta y se ata debajo de la tabla principal. A su vez, esta tabla se cose a otro bies que se atra a la espalda.

La tabla central del delantero está abierta y cosida a uno de los bieses, que se ata por detrás. Mientras, el resto de la falda está cosido a otro bies que se ata debajo de esta tabla. Aquí tenéis una foto donde queda claro el sistema. Ya veis... más sencillo de confeccionar que una cintura normal y corriente y encima, es ajustable a la talla que nos interesa, un inventazo.

Y eso es todo por hoy. Próximamente los avances del chaleco y la camisa.

Espero que os guste

jueves, 6 de diciembre de 2012

Petrechando un traje de casera. Parte I

Acabo de terminar los primeros exámenes, con bastante buen resultado, he de decir... y, aunque ahora me toca trabajar un montón en los encargos que tengo para carnavales, he decidido sacar un poquito de tiempo para mí y hacerme un traje de casera, que es algo que tenía muchas ganas de hacer.

Cuando era pequeñaja solía vestirme de casera para San Fermines y alguna vez para el Olentzero. En esos tiempos, la mayoría llevábamos un traje bastante sencillo negro con topitos blancos y blanco con topitos negros. Las niñas más pro llevaban el traje de poxpoliña o de neska, el típico traje con la faldita roja y las bandas negras. Quizá más vistoso (sobre todo cuando lo ves de cría, que parece mucho más chulo que el austero traje de negro y blanco), pero a día de hoy me resulta muy visto ya. La gente que bailaba en grupos de dantzas mínimamente serios sí que solían llevar cosas más vistosas y bonitas. En los últimos tiempos se ha visto cómo cada vez más la gente va tirando de hacerse trajes más variados y coloridos y cada vez se va haciendo más habitual que la gente se vista de casera para toda clase de fiestas.

Aquí, esta servidora, lleva unos cuantos años diciendo "a ver cuándo me hago un traje de casera" y nada, que no había momento. Por primera vez no me toca trabajar el día de Santo Tomás (una fiesta gipuzkoana basada en el consumo de sidra, talo y chorizo, básicamente, una fiesta muy sacrificada como comprenderéis), he decidido que de este año no pasa y me voy a hacer mi traje. Además, desde que he empezado las clases no he tenido mucho tiempo para coser para mí y tenía muchas ganas de empezar a trabajar con el sistema de patronaje que nos enseñan en la escuela. Para hacer un chaleco y una falda me basta y me sobra con el sistema que utilizaba hasta la fecha, pero en teoría este sistema ajusta bastante mejor y tenía ganas de darle uso. También es cierto que, hasta que tienes unos cuantos patrones base ya hechos por persona, resulta bastante más trabajoso que el sistema que yo utilizaba, pero todo sea por lograr mejores resultados, coñe, que para eso estamos yendo a aprender.

El primer impedimento que encuentra una cuando quiere coser algo y más viviendo aquí en Donosti es el de encontrar tela de calidad a un precio aceptable (ya hablaré de esto en otro momento, que trae cola). Una chica de clase nos había comentado que ella había comprado unas telas bastante chulas para un traje de casera en Irún, y teníamos plan de ir el martes, pero Bea se había acercado a Casa Múgica para echar un vistazo y me comentó que estaban muy bien de precio. Ya había pasado yo también por ahí alguna vez y sabía que tenían telas bastante chulas pero, considerando lo que se suele hinchar precios en todo el tema de trajes tradicionales y que la tienda está en la parte vieja de Donosti, pensaba que nos cobrarían hasta por entrar, así que, aunque pensaba pasar de todas formas porque por mirar nada se pierde, no esperaba encontrar precios muy asequibles. Cuando Bea me comentó que las telas están a 11 luretes el metro no di crédito. Eso, por estas tierras, es poco menos que regalado (compañeros, esto no es Madrid, aquí por menos de 11 luros no te dejan ni pasar a mirar en la mayoría de las tiendas de telas). La verdad es que fue un acierto enorme pasar por ahí. La variedad de telas, exagerada, y las señoras que llevan la tienda, encantadoras. Les pedimos consejo para combinar las telas que más nos gustaron y ahí se plantaron sin ningún problema a poner telas en la mesa para hacer combinaciones. Nos sugirieron cuánto comprar para el chaleco y para la falda y fliparon un poco cuando les dijimos que nos íbamos a hacer nosotras los trajes, qué majas. Aún decía una "pues me parece muy bien", jajaja. Por si no fuera poco, insistieron en que si teníamos cualquier duda, pasáramos a preguntar. La verdad es que en principio tenemos bastante claro por dónde tirar (y si no, nos plantamos en la escuela a extorsionar a Carlos y a Ana, que no sólo son majísimos sino que son seres superiores en el mundo de la confección y el patronaje, jajajaja), pero vamos, que si no fuera así, yo no dudaba en pasarme por ahí porque de verdad que las tipas son majísimas.


Muchísima variedad de telas en Casa Múgica y muy buen trato. Recomiendo muchísimo esta tienda, no creo que me plantee ir a otra en próximas ocasiones. Tenía muy claro que quería una falda de rayas por algún trauma infantil que debo de tener incrustado en el cerebro, y quería algo morado o granate porque son mis colores favoritos (pese a que todo el mundo cree que es el negro, jajaja). Al final, opté por la tela rayada, con tonos berenjena, verde oliva y negro. Muy chula. Junto a ésta, la tela de flores que elegí para el zócalo y la espalda. Es impresionante lo bien que combinaba la tela de flores con todo. Tela que le acercábamos, tela que quedaba estupendamente bien. La tela de fieltro morada es para el chaleco.

Y así estamos. Compramos tela para hacernos faldas y chaleco. En casa he visto que tengo una tela blanca de lino bastante buena para hacerme la camisa, si al final hay tiempo (si no lo hay, me planto una del Drachen y tan ricamente). La idea es adaptar un patrón de cuerpo con pinzas a chaleco, dejando dos pinzas largas abajo y eliminando la de arriba en el delantero y con dos pinzas traseras en la espalda. Fácil, sencillo y para toda la familia. Pensé hacer un patrón de costadillos, pero la mayoría de los chalecos que he visto por ahí son simplemente de pinzas, así que para qué. Las primeras pruebas me han dejado más que contenta y bueno, cortado ya el chaleco, sólo falta coserlo (no compré hilos y no tenía en casa ninguno que me sirviera, soy subnormal). La falda la vamos a hacer las dos igual: una tela es la principal (en mi caso, la de rayas), de ésa hemos comprado un largo para el delantero y otro para la espalda. Pondremos un zócalo de la segunda tela (la de flores, en mi caso), para que haga contraste en el bajo y además colocaremos lo que sobre en la mitad de la espalda. La coseremos en tablas y pondremos las tablas de la espalda hacia dentro, de manera que la tela de flores quede casi oculta entre las tablas y se vea al andar. Es un efecto que me gusta mucho cómo queda, a ver qué tal queda.

Hoy he empezado la sesión con el chaleco, aunque no lo he cosido porque no tenía hilo que le fuera bien y además, me gustaría ver cómo queda con la camisa, por si tengo que hacer alguna modificación. He hecho un patrón de cuerpo base con pinzas con un traslado de pinza en el delantero. El resultado me va gustando bastante, aunque habrá que verlo cuando esté terminado

Primera prueba con la Gertru (llamarlo "el maniquí" es muy triste). Me gusta bastante el efecto aunque era reacia a hacer pinzas en lugar de costadillos. Tengo que cambiar el cuello para adecuarlo al escote que le he hecho. Por lo demás, una vez cosido y planchado y con algunos detalles que tengo intención de poner, creo que quedará muy bien.

Por último, si hay tiempo (quedan dos semanas y tengo bastante currete con lo de carnaval), me pondré con la camisa, que me gustaría hacerla de lorzas si hay tiempo, metiendo algo de encaje delante y en los puños. Y, si hay más tiempo aún, también me haré un delantal con tablas y un bolsillo, aunque quedará sencillote. Para el año que viene, se lo pasaré a mi madre para que me haga unos detalles de vainica, que inexplicablemente le encanta hacer, con el curro que supone. Debería decirle que me enseñe a hacer a mí también por eso de hacer cosas que se están perdiendo, pero con calma y tranquilidad, que no hay tiempo para todo en esta vida.

Y eso es todo, en breves, actualizo para publicar los avances, espero que os guste.

Nota: He editado la entrada y he quitado las dos fotos que tenía subidas de trajes de casera y neska. Las he quitado porque esos trajes son de dos tiendas y, aunque en ningún momento me han dicho nada, no me parece bien poner fotos ajenas sin especificar su procedencia, más aún porque he observado que esta entrada tiene muchas visitas. Ambos trajes eran bastante cutretes y había puesto las fotos porque me servían como ejemplo, pero tampoco quiero dar publicidad a gente que no me gusta cómo trabaja (si fueran buenos trajes, como los que hace gente como Tleilaxu o similares, por supuesto que habría especificado su procedencia y habría puesto un enlace).