martes, 7 de enero de 2014

Año Huevo Ghibli

Bueno, pues empieza el año con la vuelta al cole y, para variar un montón de cosas en la lista de pendientes, tanto de hacer como de publicar.

En primer lugar y por eso de continuar la entrada anterior, os cuento que conseguimos terminar a tiempo los trajes de Nochevieja, utilizando, cómo no, el día 31 para finiquitarlo todo, según manda la tradición (tradición que nos hemos pasado por la brava durante años por utilizar ropita que ya teníamos hecha, pero bueeeno).

En fin, dicho esto, os pongo un par de fotillos malísimas para que veáis, en primer lugar, qué fue de mi traje de Chihiro.



Hecho con prisas, para variar, pero al final me gustó bastante el resultado. Eso sí, lo de llevar dos pantalones atados con cintas y un fajín es infernal para ir al baño ¿Por qué nunca pensamos en esas cosas cuando planificamos trajes? Ainsfl. Malas fotos hechas con móviles. A ver si un día me pongo con calma a sacar un par de fotos para subir en la página de Atemporalia. Me gustaría dar más impulso al tema del cosplay y tengo alguna idea para ello, pero ya hablaremos en junio, cuando tenga más tiempo, jajaja.

Utilicé una tela de algodón 100%, muy rígida, que en parte quedaba mejor, pero por otra parte era un tanto incómoda de llevar. El traje interior lo hice con cottonet, más finito, para no parecer un globo, porque la combinación de dos telas rígidas iba a ser la risa. El gran fallo fue que no tuve mucho tiempo para rebuscar una tela granate para hacer un fajín, o más bien, que encontré un obi que he utilizado en un par de trajes, me vi muy contenta y no me molesté en mirar más. El problema es que es de raso y lleva mucha entretela. Resbalaba y era más pesado de la cuenta, así que el nudo quedaba de aquella manera y encima la chaquetilla se salía, haciendo efecto barrigón, pero bueeeeno. Amiguitas, tened dos dedos de frente y no hagáis lo que yo. Con un fajín de algodón habría quedado infinitamente mejor. Si reempleo el traje, no me lo pensaré dos veces.


Hice las mangas más largas de la cuenta, pero no fue fallo técnico, compañeros, fue supervivencia. En Pamplona en Nochevieja no suele hacer precisamente calor. Llevé toda la noche las mangas recogidas, pero me vino muy bien soltarlas para volver a casa por la mañanita :p. Por lo demás... sí, amigos, éste es el careto que tiene una Azelaïs por las mañanas antes de una buena ducha y esas cosas. Es triste, lo sé, pero es lo que hay :p

En cuanto al color, teñí la tela por la brava y me quedó más naranja de la cuenta. De hecho, era un naranja muy amarillo y condenadamente feo. Luego hice un apaño retiñendo con un poco más de rojo y mejoró mucho. No llegó a tener el mismo tono coral que en la película, pero ya afinar tanto es complicado y más con tonos que no he probado nunca, jajaja.

Aquí nos tenéis ya a todo el conjunto. Paula finiquitó de maravilla su traje de Nausicaa con los guantes y las polainas, por no hablar del Teto que se compró. Yo me apañé un pomponcillo para hacer de tizón que quedó muy majete (aunque en la foto no le veis los ojillos), Diego se apañó un traje de Porco Rosso impresionante con un buzo de trabajo y varios complementos y bueno, de Joel ni hablamos... Tenéis que ver de cerca el armazón que montó para subir unos cuantos centímetros y colocar la máscara. El resultado fue de impresión, y eso que no quiso meterse a hacer la máscara con pasta de papel ni cosas especialmente pesadas porque para salir lo iba a pasar mal. En cualquier caso, así, tal cual, le quedó de miedo. Daba yuyu.

 Foto de grupo, para que veáis el conjunto, y foto haciendo un poco el petardo, que siempre tiene su gracia. Paula se cortó el pelo para ir de Nausicaa y me acabó picando, así que también me metí un buen corte y me dejé un flequillo del que me arrepiento todas las mañanas, por eso de que es un engorro de llevar, jajaja. En fin, en cualquier caso quedaba mejor para el personaje, es lo que hay. Sufridoras que somos. Por otra parte, pena que en estas fotos llevo el traje a medio poner, y son las únicas de grupo que hicimos. Qué le vamos a hacer... Pero vaya, lo dicho, pendiente me queda hacer unas fotos decentes de mi traje.