domingo, 28 de septiembre de 2014

Frivolité

Frivolité es el título de la exposición de indumentaria del siglo XVIII que ha tenido lugar en el Museo de San Telmo de Donosti desde el 14 de Junio hasta hoy, 28 de Septiembre.

Cuando me enteré de que estaba me venía bastante mal ir, y entre tal y cual, esto y lo otro, el otro día me acordé de la exposición y a Dior gracias, todavía quedaba una semanita para verla. No hace falta que os comente que también me venía fatal ir, pero hice un apaño entre horarios del curro y tal para no perder mucho tiempo en ir, venir y tal y pude verla el pasado martes. Hice un breve comentario el otro día en mi Facebook y en el de Atemporalia. Me hubiera gustado dar antes el parte de la exposición por si alguien no se había enterado y quería acercarse, pero ya veis que a mí también casi se me escapa.


Pensaba que sería una exposición pequeñita, pero resultó no ser tanto. El museo exponía una buena cantidad y variedad de prendas de diferentes épocas, principalmente de la segunda mitad del siglo. En contra de lo que una se suele encontrar en un museo, además, estaba muy bien presentada (no lo digo por decir, sin ir más lejos la exposición de Axel Hütte de la sala contigua se veía fatal por culpa de una mala iluminación y unas malas vitrinas); las explicaciones eran buenas y apropiadas tanto para frikis de la Historia de la Moda como para cualquiera que se acercara por curiosidad. Las prendas, además, no estaban dentro de vitrinas así que, aunque no se podían tocar, se podía ver perfectamente sin la incomodidad de reflejos de luz en los cristales. La única pega fue que detrás de buena parte de las prendas había paneles que impedían poder dar la vuelta completa a la prenda. Me quedé con la penita de no haber visto la espalda de algunas prendas o el delantero de otras. También me da pena que no hubieran expuesto una al menos abierta para que pudiéramos ver los acabados o la colocación de los forros y demás, pero vaya, supongo que ahí ya sí es una cuestión más friki.

La zona de las chupas me tuvo loca un buen rato. No se ven muy bien los bordados, pero eran para flipar. La primera, en concreto, tenía un bordado en forma de árboles que me pareció impresionante. A esto me refiero a que, cuando hacemos recreación histórica, sólo podemos esperar acercarnos a lo que eran las prendas. Por mucho que seamos fieles a la hora de cortar o de respetar la forma de confeccionar una prenda para recreación (aparte de que, aunque algunos somos partidarios de hacer varios acabados a mano, la mayor parte de la confección de la prenda la hacemos con máquina), siempre habrá cosas que se nos escapen. Os podéis imaginar lo que nos podría suponer bordar una prenda de arriba a abajo. Por no hablar de que no conozco a mucha gente capaz de hacer unos bordados de ese nivel...


Por lo demás, saqué unas cuantas fotos con el móvil (ni se me ocurrió llevar cámara, soy así de parda) y la cámara no es muy buena, aparte de que obviamente no saqué flash y la luz era muy tenue. Así que os dejo alguna foto repescada de internés. Y ya sabéis, si alguien anda hoy con tiempo y se le ponen los dientes largos, aún está a tiempo si me está leyendo hoy:


Tres fases de desarrollo de una prenda, la casaca, que vino de la indumentaria militar a la Corte. Como podéis ver en la casaca más actual, ya de finales del XVIII, viene a ser el precedente los actuales fracs y chaqués.


 Varios modelos de señora.



 Preciosa también la seleccion de jubones de señora. Diferentes modelos y, como podéis ver, también con unos tejidos y unos bordados que daban ganas de llorar por las esquinas. No somos nah.



Calzones. Me tienen loca los modos de cierre de unos y otros modelos de protopantalón. Añado que esto no debe de hacer un culillo muy atractivo, señores, creo que en el XVII y en el XVII tenían más clase a este respecto.


Precioso conjunto de casaca y chupa. La tela de la casaca, en tercipelo de seda, y sus bordados, eran para pasar un buen rato mirando con detalle.

 Finalmente, las primeras piezas que se ven al entrar en la colección, el conjunto de caballero prácticamente es la imagen de ésta. Se trata de dos modelos de vestimenta a la inglesa, más sencilla y cómoda que su coetánea francesa. Ambos modelos, espectaculares.

La exposición contaba además con un pequeño audiovisual en el que se veía el tratamiento y la restauración de las prendas, bastante interesante. La web del museo ofrece este vídeo que está subido en Vimeo, así que os dejo el enlace aquí por si alguien se queda con las ganas.


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