lunes, 26 de enero de 2015

"Máster" en Casacas Napoleónicas

Sí, ya lo sé, cada vez que digo "tengo el blog abandonado", "de esta vez no pasa" o "tengo mil cosas por publicar", desaparezco del mapa y, desde que tengo Ropinajes y Pertrechos en activo nunca había tardado tanto en dar señales de vida. He flipado al ver la fecha de la última entrada peeero... como se suele decir en estos casos, si no estoy, es porque ando más liada que ni sé, para lo bueno y para lo malo :p.

En los últimos meses, aparte de diversos encargos para Atemporalia, he estado "prestando mis servicios" o más bien echando una mano al sastre, que andaba más liado que ni sé con toda la ropa que realiza para el día grande de San Sebastián, la Tamborrada (y eso que este año ha andado menos agobiado que otras veces, al parecer). Por una parte le he echado una mano y por otra he hecho lo que he llamado "el máster casaca", aprendiendo de manos de un experto que lleva décadas haciendo vestimentas napoleónicas para la fiesta. Me ha tocado hacer de todo un poquito, desde simplemente coser botones o alamares, o coger bajos a unos pantalones, a confeccionar pantalones y casacas completos siguiendo los pasos tal cual los hace él. En definitiva, ha sido un lujo ir viendo paso por paso cómo va confeccionando cada prenda, cómo le encargan veinte casacas y no se pega el susto de su vida, sino que hay salida y ¡se puede cortar todo en una mesa no especialmente grande! jajaja y también para aprender formas diferentes de hacer esto o aquello, diferentes ornamentos que se pueden poner a las prendas y cómo hacer cosas que nunca se plantea una, como hombreras (y han caído unas cuantas). He aprendido de todo un poquito, vaya, desde estilismo dieciochesco a formas de confeccionar casacas de forma quizá más sencilla a como yo las habría hecho y con mejor resultado (muy fuerte el último descubrimiento para coser cuellos mao).

Dicho esto, dejo de enrollarme y os dejo algunas fotillos para que veáis lo que se ha estado cociendo (cosiendo, más bien) por la sastrería estos últimos meses.

Comenzamos con la primera tanda de casacas. Me tocó hacer alguna de las rojas y verdes, muy sencillitas porque no llevaban forro ni nah, pero me gustó ver el proceso y me vino bien hacer un poco de callo para las rojas, que sí tenían más tralla. Me quedé flipada con el tema de las hombreras, nunca me había dado por plantearme que esas cosas también se hacen, aunque de todo hay... algunas se hacen y otras se compran. Para éstas hicimos una buena cantidad. También confeccioné algún pantalón para esta misma gente.

Me encanta también la casaca azul clara y oscura, a diferencia de la verde (que se ajusta al modelo que tienen los que la llevan), ésta era 100% creación del sastre tirando siempre de diseños históricos. Le quedaron preciosas :)


Montañas de chaquetas rojas (exactamente 31, si mal no recuerdo) de húsar. Me encantaron. Aprendí un montón con ellas... Me encantó sobre todo ver cómo hace Antonio los cuellos y las mangas, además de más de un truquillo para que los alamares quedaran en su sitio. Flipé también de la forma de coser el forro, muy diferente a como lo hago yo y con más posibilidades de que salga bien a la primera una vez que se le coge el tranquillo. La primera que forré lo hice con un poco de yuyu, sobre todo cuando llegué a las mangas, que me quise un poco de morir :p Para la sexta estaba ya todo dominado.


Así llegó a estar la sastrería, no cabíamos ni de lado y una de las burras murió en el intento. Hizo un digno papel, que Dior la guarde en su memoria.


Y así llegó a estar también Casa Cubil. Las casacas rojas lo tomaron todo al asalto. Sospecho que haber esnifado tanto polvillo rojo del paño de las chaquetas nos traerá consecuencias, jajaja.


Os subo también alguna foto de cosas en las que yo colaboré lo justito (hombreras, botones...) pero que también fui viendo el proceso y me encantaron:

El uniforme de la Zurriola me tiene enamorá y loca perdida. Desde la casaca hasta el pantalón, pasando por el fajín y el chaleco, me parece un uniforme precioso. Hay quien piensa que es demasiado recargado y quien lo ve poco napoleónico, al final es todo cuestión de gustos. Curiosamente sí está completamente basado en un modelo histórico, de una compañía vasca, para más señas. En este traje yo no hice más que las fotos. Bueno, y cosí los botones de alguno de los chalecos. Eso sí, está todo documentado, con afotos y con el conocimiento bien extraído porque me han encargado una de corte muy similar, aunque de acabado muy diferente.


























Al maniquí le queda un poco justa la chaqueta del tambor mayor de este colegio, lo cual no desmerece el resultado. Mira que son colores que no me terminan de convencer, pero las dos casacas me parecen espectaculares:



Estas muchachas no fueron trabajo de este año, sino de tiempos anteriores, pero necesitaban un repaso... una de tintorería y la otra de botones. Las subo para que veáis otras cosas que se pueden hacer y que a Antonio le quedan de lujo.



Y con esto ya me despido por hoy. Una vez más insisto en que ando un poco menos liada últimamente y tengo cosas mil para subir, además de varios proyectos en el horno. A ver si me pongo las pilas y voy subiendo todo poco a poco, que siempre que digo que estoy tranquilita... me dura poco.